El SUMO de Helmut Newton fue un libro titánico en todos los sentidos: batió récords por su peso, sus dimensiones y el precio que alcanzó en la reventa. Con un peso de 35,4 kilogramos, TASCHEN y Helmut Newton crearon un proyecto de referencia que se situó muy por encima de cualquier otro anterior, tanto en términos de extravagancia conceptual como de características técnicas.

Publicado en una edición de 10.000 ejemplares firmados y numerados, SUMO se agotó al poco de salir a la venta y enseguida multiplicó su valor. Actualmente forma parte de numerosas e importantes colecciones de arte de todo el mundo, incluyendo el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Además, el legendario primer ejemplar de SUMO, autografiado por más de cien de los famosos que aparecen retratados en él, batió el récord del libro más caro publicado en el siglo XX al venderse en una subasta en Berlín el 6 de abril del año 2000 por 620.000 marcos alemanes, aproximadamente 317.000 euros.

Una década después de su primera publicación, la edición XL SUMO lleva esta aventura editorial sin precedentes a una audiencia aún mayor con un formato más ligero, aunque no menos glamuroso. Cuidadosamente revisado por June Newton y presentado con su propio atril, el libro sigue siendo un espectacular homenaje al fotógrafo más influyente, intrigante y controvertido del siglo XX, con cientos de imágenes exquisitas, desde sus impresionantes fotografías de moda hasta sus deslumbrantes desnudos, provocadoras puestas en escena y retratos de celebridades.

Sobre el artista

Helmut Newton (1920–2004) ha sido uno de los fotógrafos más influyentes de todos los tiempos. Berlinés de nacimiento, llegó a Australia en 1940, donde se casó con June Brunell (alias Alice Springs) ocho años más tarde. Alcanzó fama internacional en la década de 1970, mientras trabajaba fundamentalmente para la edición francesa de Vogue, y su notoriedad e influencia fueron en aumento con el paso de los años. Más que en estudios, Newton prefería fotografiar siempre en calles o interiores. Escenarios polémicos, una iluminación audaz y composiciones llamativas se aliaron para conformar su particular mirada. En 1990 fue galardonado con el Grand Prix National de la Photographie y en 1992 el gobierno alemán le concedió Das Grosse Verdienst­kreuz (Gran Cruz al Mérito) por sus servicios prestados. Ese mismo año fue nombrado Officier des Arts, Lettres et Sciences por la princesa Carolina de Mónaco y, en 1996, Commandeur de l’Ordre des Arts et des Lettres por parte de Philippe Douste-Blazy, ministro francés de Cultura por aquel entonces. Hasta su muerte, a la edad de 83 años, vivió y trabajó en estrecha colaboración con su esposa. Sus imágenes siguen manteniendo el carácter inconfundible, seductor y original de siempre.